Author: Leonardo González
Por Leonardo Gonzálezmayo 18, 2024 | 5:56 pmEste reportaje es parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for JournalistsTodd, quien fue director del Instituto Municipal de Planeación Urbana y Convivencia (Implanc) de Monterrey de 2012 a 2017, señaló en entrevista que en un inicio el proyecto buscaba emular lo hecho en la ciudad de Curitiba, Brasil, donde planearon su crecimiento y densidades tomando como eje al transporte BRT (Bus Rapid Transit).P
or ello, cuando dirigía el Implanc, el urbanista propuso el Desarrollo Orientado al Transporte o DOT, un proyecto que permitió la construcción de decenas de grandes edificios de departamentos, comercios y servicios en el Municipio de Monterrey, estableciendo un laxo concepto en el plan de desarrollo, liberando las alturas de construcción de edificios para que tuvieran al menos 2 mil 500 metros cuadrados si se encontraban a 800 metros de las estaciones de Metro y Ecovía.“La idea era usar el transporte como un eje de proximidad para que la ciudad tenga más sentido y menos distancia de recorrido. Así fue como esto nació y se impulsó en el Plan (de Desarrollo Urbano) de 2013”, declaró Todd.A
demás, explicó el urbanista, buscaban volver al centro de Monterrey un lugar atractivo para que inversionistas inmobiliarios construyeran allí y competir con zonas como Valle Oriente y Valle Poniente, en San Pedro.S
in embargo, esto derivó en un otorgamiento de permisos descontrolados que llevaron a la construcción de edificios de hasta 52 niveles, caros, monumentales, sin considerar a juntas de vecinos e inaccesibles en precio para el regio promedio.“El centro metropolitano se estaba quedando vacío. Dijimos `hay que crear un incentivo para poder competir´”, explicó Todd, pero después de establecer el DOT, había que crear un reglamento para regular, sin embargo, esto nunca ocurrió, afirmó el urbanista.S
in un reglamento claro que limite la expedición de permisos, se entregaron decenas de permisos a desarrolladores que construyeron edificios sin ningún tipo de restricción.“¿Por qué se hizo así?, ¿por qué los alcaldes no se movieron? Yo no estaba ahí para saber por qué, pero yo creo que tiene mucho que ver, por un lado, por ignorancia y, por otro lado, a lo mejor alguien vio un área de oportunidad para hacer alguna cuestión en particular”, dijo Gabriel Todd.E
l urbanista indicó que él también se dio cuenta de que la mayoría de los edificios que se construyeron ofrecieron costos muy elevados. “Noté que estaban especulando, que esto se convirtió en un tema de macroeconomía, a lo mejor la gente decía ‘en lugar de tener el dinero en el banco, dejame hago un edificio grandote, y, de manera especulativa, eso da más patrimonio que tenerlo en el banco’”.T
odd es también cuñado del político priista y ex candidato a la Alcaldía de Monterrey, Francisco Cienfuegos, cercano al ex Alcalde Adrián de la Garza, quien en dos administraciones (2015-2018, 2018-2021) dio más del 80% de los permisos otorgados por el DOT.E
l urbanista salió del IMPLANC de Monterrey en 2017 y a principios de 2019 realizó una propuesta en el Congreso de Nuevo León donde pidió regular las alturas de los edificios construidos y bajar los costos de estos departamentos para que puedan ser comprados o rentados por los ciudadanos. Hasta el momento nada de esto ha progresado.“Mi propuesta era bajar la altura para bajar el costo y dirigir cualquier tema del área verde que se pide al espacio público, a las banquetas, para que sea un espacio verde común afuera, que te va a costar más barato que estar cediendo al interior que hace que te arrincones y tengas que elevar mucho la altura”, comentó Todd.E
l urbanista afirmó que a pesar de estos problemas no se arrepiente de haber planteado en su momento el Desarrollo Orientado al Transporte, pues de una u otra forma hubo crecimiento en el Centro de Monterrey.
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